Al sur la de Isla del Olvido, bañada por las cálidas aguas del Mar de Libia. A los pies de las Montañas Blancas. Camuflada entre barrancos y ensenadas, se halla La Sfakia. Un lugar de encuentro para quien vaga...







lunes, 12 de octubre de 2009

Luces y Sombras V. Bound for Glory

Llevo un rato viendo un documental sobre Bob Dylan. Ya se ha acabado. Ojalá hubiese durado más, todo el día. Hubiera estado sentado aquí, contemplando la evolución de ese hombre. Escuchando las declaraciones y explicaciones sobre su viaje vital, sin concentrarme demasido en lo que decían. Sino dejándome llevar por las sensaciones que la historia que me contaban producían en mí. ¿Por qué? Porque el relato de su vida es como el de una historia iniciática, de autodescubrimiento. Lleno de luces y sombras. Lleno de destellos y pérdidas. No me refiero a la fama, no me refiero a la leyenda. Sino al drama que dicurre entre líneas del relato. Una historia que avanza y que conecta a su protagonista con el eco, con la evocación de alguien que se reconoce a sí mismo. Un personaje del que me gustaría seguir sabiendo. Seguir, de alguna manera aprendido, seguir creyéndome capaz de aspirar a ir más allá de mis limitaciones cotidianas. Tan plasusibles, tan ambiguas y simples.
Hay algo más, hay mucho más. Existe el personaje que evoca un mundo más simple, más salvaje y a la vez más inocente. Donde la voluntad servía aún como monedad de cambio frente al destino. Donde el camino parecía estar aún esperando a tus pies sobre las piedras. Donde aún era posible reconocerse en el reflejo silencioso del río. Un mundo del que nuestro personaje parece heredero y representante. Un mundo cuyo espíritu encarna y salva del olvido, pues tal mundo ya no existe.
Pero no es más que destello estético. Algo más tiene que haber. Creo que algo en mí responde, se identifica con la necesidad de no claudicar, de no ceder frente aquello que no siente real. Que no siente parte del mundo. Con la maquinaria que el ser humano ha inventado para alienarse, para engañarse, para entretenerse, para huir de sí mismo. Y que genera tanta destrucción. Tanto enfrentamiento. Con el mundo real. Al que teme, desprecia, del que huye y al que agrede.
Por eso inventa una voz falsa. Para no oír la real... No pretendo saber cuál es la real. Pero sí sé que siento que mucho de lo que me rodea, no es más que humo. Ruido. Y no lo quiero. Quiero otras voces, otros ámbitos, que están ahí, tras la cortina de humo. Que están en mí.
De alguno manera, viendo estos documentales. Y estando en contacto con todo aquello con lo que me identifico, me siento más cercano, más en contacto con ese mundo al que pertenezco.
Por eso quisiera haber seguido en esa historia, en ese cuento. Aunque, ya está bien así. Que el cuento no se convierta en trampa. Que el refugio no se convierta en caverna. Que los destellos no se conviertan en alucinaciones. Volvamos a intentarlo, una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales