Al sur la de Isla del Olvido, bañada por las cálidas aguas del Mar de Libia. A los pies de las Montañas Blancas. Camuflada entre barrancos y ensenadas, se halla La Sfakia. Un lugar de encuentro para quien vaga...







jueves, 17 de marzo de 2011

Subirse a la Ola


Basta de ruido. Hemos un tejido un manto demasiado grande de confusión. Bajo el que hay demasiado desequilibrio. Debemos replantearnos de nuevo el mundo, el nuestro, el de nuestros ojos, el de nuestra mirada, el de nuestras acciones, el de nuestras palabras. ¿Por qué seguimos creyendo que negar nuestra ignorancia es la mejor forma de vencerla? Debemos aprender a usarla. En la naturaleza no hay residuos, por qué seguimos creyendo que los nuestros son legítimos. La concienca sólo puede llevar a la comprensión, a la generosidad, a la cooperación, al cuidado, a la responsabilidad, sino acabará por acentuar su propia destrucción. El reto frente al que nuestra especie se enfrenta es de tal magnitud, que apenas somos capaces de pensarlo. Tal vez por eso, lo reduzcamos, lo dividamos, los diluyamos hasta, casi, poderlo olvidar. No importa lo que hagamos, las contradicciones siempre vendrán a buscarnos. Necesitamos cambiarlo todo. Necesitamos construir otra humanidad.
Otra humandidad en las que nos replanteemos cuál es nuestra relación con el único ambiente, con el único lugar en el que podemos ser, este planeta. Otra humanidad en la que nos replanteemos cuáles son las estructuras sociales, las relaciones bajo las que nos movemos. Qué es la autoridad, qué es la legitimidad. Cuáles son las prioridades... son tantas las preguntas, que es imposible resumirlas. Necesitamos reconstruir qué somos. Cuál es nuestro lugar en el universo. Quizás sea el momento de dar un salta adelante, de abandonar este modelo y construir otro, totalmente nuevo.
Pero cómo, cómo abandonar un barco, aunque se hunda, en mitad del océano. Ésa es la pregunta. No lo sé. Seguramente no sin renuncias, no sin sufrimiento. Pero no forman parte, las renuncias y el sufrimiento, de todo proceso de cambio. No forman parte, junto a la creatividad de la alegría y la aceptación de ese cambio. A qué tenemos miedo, qué nos da tango vértigo. Qué tenemos perder. ¿La vida? Acaso ¿sabemos lo que es? ¿La estamos explorando, la estamos comprendiendo, la estamos escuchando, la estamos respetando, la estamos aceptando? ¿La estamos honrando? Es como si, frente a nosotros, se presentara un inmenso espacio vacío a rellenar, un inmeson lienzo a pintar, con los colores de la percepción. Tal vez para comprenderlo debamos acallar tantas voces, tanto ruido, tanto estruendo de miedo y confusión.
¿Cuándo empezamos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales