Como una flor nacida en el desierto, regada con el agua esquiva de las rocas. Como un caminante solitario que encuentra una casa en la que contar su historia. Como un beso en mitad de una calle ajetreada. Como el abrazo sincero de quien te quiere bien, sin pretender, sin competir, sin demostrar, sin coaccionar, ni obligar, ni demostrar, ni engañar, sólo amor, sólo cariño y verdad. Como una cascada cayendo en mitad de la jungla, entre las sombras y el verde de los árboles. Como un colibrí robándole a una flor parte de su esencia. Como una caricia de amor. Como un relámpago de fuego en mitad de la nada. Como un disparo de nieve a la estupidez y el miedo. Como la verdad cuando rompe las cadenas del tiempo. Como la mano de un amigo cuando el tiempo se vuelve oscuro. Como el abrazo de una mujer que te ama sin límites. Como la sonrisa que encuentras en el espejo. Como un arrollo de lluvia primaveral. Como la sombra del cielo, tras la silueta de un águila. Como el aullido del lobo de vuelta en Sierra Morena. Como voces en el bosque del olvido. Como un viaje a Italia, como el viaje a Grecia. Como el estallido de una estrella en mitad de la noche. Como las palmas coreando la melodía de una vieja canción de cantina. Como las palabras que nombran la verdad de la vida. Como la sinceridad de un hombre sincero. Como la verdad de un momento verdadero. Como las huellas que recorren el camino. Como una playa desnuda. Como los ojos de una gata cuando llegas a casa. Como el vuelo de una mariposa entre las flores. Como un caballo cabalgando al sol de la tarde. Como la luz escondiéndose tras la silueta de la montaña. Como la campana en el cuello de una cabra de Creta. Como una cala secreta en un Mediterráneo de otro tiempo. Como un barco en busca del Holandés Errante. Como la América libre de saqueadores. Como el Amazonas y el Nilo dándose la mano, como hermanos. Como una ballena saltando en el Mar de Las Calmas. Como el Teide nevado, reinando en las nubes. Como los fondos de una cueva marina. Como una isla pequeña en mitad del océano. Como una flor nacida en el desierto. Cuando las sombras de la incertidumbre amenacen con sus colmillos oscuros, no pienses que siempre estarás triste, si no te ves sonreír, a veces es sólo despiste, son maneras de vivir.
Al sur la de Isla del Olvido, bañada por las cálidas aguas del Mar de Libia. A los pies de las Montañas Blancas. Camuflada entre barrancos y ensenadas, se halla La Sfakia. Un lugar de encuentro para quien vaga...
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Muy bello amigo. Me ha encantado!!
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